Los voluntarios de conferencia prestan apoyo a la GNRD

Photo: GNRD
Photo: GNRD
Traducción española Raquel Pazos
20 Febrero 2015

La red mundial para los derechos y el desarrollo (GNRD, por sus siglas en inglés) es una ONG internacional cuyo propósito es mejorar y respaldar los derechos humanos y el desarrollo mediante la adopción de nuevas estrategias y políticas para el cambio real. Del 16 al 17 de febrero de 2015, la ONG noruega invitó a 200 expertos y políticos de 67 países a discutir una propuesta para una convención internacional conjunta contra el terrorismo. Con tal fin, la GNRD organizó en Ginebra la Conferencia internacional de derechos humanos y lucha contra el terrorismo. Entre bambalinas, 20 voluntarios de conferencia de ICV prestaron servicios de recepción al evento.

En la sesión inaugural de la conferencia internacional de la GNRD, los ponentes invitados hicieron un llamamiento internacional para aunar esfuerzos en el ámbito de las medidas para la lucha contra el terrorismo, e hicieron hincapié en la necesidad de respetar los derechos humanos relativos a leyes locales e internacionales. Marets Terre Cooley, miembro de la Misión Permanente de Holanda ante las Naciones Unidas, destacó en un discurso al inicio de la conferencia que Libia, Iraq y Siria empiezan a derrumbarse debido a la proliferación de grupos terroristas, lo cual lleva a mucha gente a cuestionarse si la miseria de la opresión de cualquier régimen totalitario se ha convertido en el referente de sus compatriotas ante el caos y el sufrimiento.

La conferencia tuvo lugar tan solo unos días después de la publicación, por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, de la resolución 2199, que fue adoptada por unanimidad. Esta resolución condena el terrorismo en todas sus formas, así como el movimiento de combatientes, que ha experimentado una escalada sin precedentes en muchos países debido al creciente fenómeno del extremismo y a la expansión de la influencia de grupos terroristas radicales, como el denominado Estado Islámico. 

La conferencia de la GNRD examinó un nuevo proyecto de acuerdo sobre el equilibrio entre la lucha contra el terrorismo y los derechos humanos, además de presentar la Iniciativa internacional para los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo. La conferencia de la GNRD consideró las medidas antiterroristas aplicadas a nivel mundial desde la perspectiva de los derechos humanos, y analizó las amenazas de seguridad más relevantes, como el aumento del extremismo y la supresión de libertades civiles, así como el fenómeno de los combatientes extranjeros.

Julie Ward, diputada británica al Parlamento Europeo, recalcó que el terrorismo ha alcanzado cotas sin precedentes, afectando recientemente a Francia y Dinamarca, además de otros países. Ward destacó la necesidad de medidas preventivas para controlar el terrorismo por Internet y la comunicación dentro del marco legal, mientras no se limiten las libertades y se mantengan las medidas antiterroristas dentro del contexto de la legislación internacional. Asimismo, advirtió que las escuchas telefónicas y el espionaje a individuos «se han convertido en una formidable amenaza para los derechos civiles».

El Dr. Loai Deeb, presidente de la GNRD, clausuró la Conferencia internacional sobre derechos humanos y lucha contra el terrorismo destacando que las conclusiones de la reunión deberían ir más allá de la definición del terrorismo. Deeb hizo un llamamiento a intelectuales, expertos y políticos para aunar esfuerzos en la lucha contra el terrorismo basándose en el respeto de los derechos humanos.

Deeb recalcó el impacto directo del terrorismo en la economía, donde se han registrado pérdidas de hasta cinco billones de USD. Asimismo, mencionó que con el gasto declarado del terrorismo se podrían resolver los problemas de desempleo de cada país. Además, señaló que, solo en los dos últimos años, el mundo ha sido testigo de 62.312 incidentes terroristas y, en los últimos 15 años, ha habido 151.618 incidentes de ese tipo, mientras que los medios de comunicación solamente han dado cobertura a un 39% de ellos ―lo cual significa que hay víctimas en el olvido―. El Dr. Deeb constató que las actividades terroristas se han saldado con un balance de 632.716 muertos y 1.763.802 heridos, mientras que el número de desplazados en todo el mundo se cifra en 18 millones.

Deeb agregó que los jóvenes de todo el mundo estaban en riesgo de involucrarse en actividades terroristas debido a la pobreza, la crisis de identidad y otras razones profundamente arraigadas que no figuraban en la lista de prioridades de la agenda internacional. Deeb hizo un llamamiento a las partes implicadas para continuar cooperando de forma sólida basándose en métodos para combatir el terrorismo mediante la ampliación del ámbito de responsabilidad y cooperación de diferentes sectores como intelectuales, artistas, la sociedad civil y otras partes interesadas. Además, advirtió que las nuevas generaciones no nos perdonarán cuando sepan que en los mercados se venden mujeres ante los ojos de todo el mundo.

El Dr. Deeb propuso el lanzamiento de una nueva convención tratando la cooperación colectiva en la lucha contra el terrorismo, incluyendo el desarrollo de la cooperación internacional y la coordinación de mecanismos, así como la lucha contra las causas profundas del fenómeno. Asimismo, la convención propuso la formación de trabajadores en este campo para mejorar su capacidad de trabajo en la protección del sistema de derechos humanos, además de crear un nuevo consejo internacional para combatir el terrorismo a fin de asegurar la puesta en marcha de normas y actuaciones rápidas y seguras.

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